lunes, 16 de abril de 2012

Cuando parte de un sueño se convierte en realidad...

Llevaba más de una década esperando una noche como la del Sábado pasado. Diez años esperando para ver sobre un escenario a las cinco personas que más influyeron en mí durante mi aprendizaje musical. Miguel Costas, Donna Sangre, Bollito Singerman, Coral Alonso y Rosa Costas. Ellos eran "Aerolineas Federales", un grupo al que ya había perdido las esperanzas de ver en directo, y que ahora, por fín, puedo tachar de mi lista.

El día había amanecido frío, y granizos del tamaño de un garbanzo azotaban sin piedad la capital española. Sin embargo, y pese a estar más preparado para un tiempo más primaveral, no dudé en vestir el atuendo más ochentero que encontré en mi armario, al igual que todos aquellos que quisieron acompañarme en esa noche tan especial. De esa forma, con chalecos vaqueros, pantalones rotos, gafas de colores, vandanas, y camisas ultracoloridas, seis personas, posiblemente las más jóvenes del local, entraban en la sala ocho y medio para disfrutar de una noche de esas que solo se viven una vez en la vida.

Pasado poco más de las 21:30, y tras habernos sobresaltado por el precio de los four roses, el grupo encargado de abrir el espectáculo salía al escenario para calentar al público. Se trataba de "L-Kan", grupo del estilo de Aerolineas que rebosan vitalidad, y del cual me quedé prendado. Su cantante masculino es el vivo retrato de Miguel Bosé en versión comedia, su estética recuerda a los mejores tiempos de la movida madrileña, y musicalmente son bastante buenos, pero sin duda, el alma de ese grupo es Belén, su vocalista. Ella fue la que consiguió meterse al público en el bolsillo, y la que nos enseñó que a veces, los teloneros, pueden dar mucho que hablar. Aún así, no podemos olvidar que L-Kan lleva ya una larguísima trayectoria y cuatro discos que les han llevado a recorrer gran parte de España, México, Los Ángeles o Berlín.
Del repertorio que tocaron, solo puedo nombrar dos canciones, "Señora" y "Yo ya no", ya que son las únicas que conocía hasta el momento. Pero si alguna vez vuelvo a verlos, cosa muy posible, podré nombrar todas y cada una de las canciones que toquen, ya que para entonces, tendré su disco en mis manos.

Terminado el concierto de "L-Kan", los nervios aumentaban. Las pantallas repartidas por toda la sala comenzaban a mostrar imágenes de las estrellas de la noche, y mi pulso iba empeorando a medida que pasaban los minutos. En mi cabeza, no dejaban de resonar unas palabras que un amigo me dijo antes de marchar a Madrid. El decía que llevaba tanto tiempo esperando este concierto, que iba a defraudarme. Hora y media después, descubriría no solo que no tenía razón, sino que acababa de disfrutar del que posiblemente haya sido uno de los mejores conciertos en los que he estado durante toda mi vida, y como sabeís, no son precisamente pocos. Pero no adelantaré acontecimientos, y comenzaré esta crónica por el principio.

Con las luces apagadas, Luis, Silvino y el incombustible Miguel Costas salían al escenario. Tras colocarse cada uno en su sitio, la sala encendía sus focos para alumbrar a las aerolinettes, Coral y Rosa, cuya salida daba paso al primer tema de la noche, la archiconocida "Mi video no tiene mando a distancia". El comienzo fue exactamente igual que en los conciertos anteriores en Lima y Barcelona, tocando en segundo lugar "Si Mama". Esto era lo único que sabía del repertorio, ya que en esta ocasión quise sorprenderme, y hoy, comparando el concierto de Madrid con el repertorio de Lima, he podido comprobar que en Madrid el grupo dió mucho más de sí. Quizás por ello, y porque tocaron más canciones, el grupo apenas habló con el público, y fue un estallido de rock and roll sin pausa.

El principio del concierto estaba siendo brutal, y aún quedaba mucha noche por delante. En mi chaleco, la carátula del disco "Una o ninguna" servía de adorno, y precisamente una de las canciones que componían dicho disco sería la que continuase con el espectáculo, concretamente la canción "Besamé". Más tarde, tambien sonaría "Asesiné a mi novio".

El concierto fue un repaso a toda la discografía del grupo, sin dejar atrás el nuevo disco que está en la calle desde hace unos meses, y en el que se incluye una de las mejores canciones de la banda, "No todo es lo que parece", la cual, aunque tenía esperanza de escucharla en gallego, en madrid tocaron la versión en castellano, que aunque cambia en algo la letra, sigue siendo igual de buena.
"Solo quiero divertirme", "Largaté", "El león de la Metro", "En pelotas", o "Látigo Negro", iban sonando a medida que pasaba la noche, mientras todos los allí presentes podían comprobar que pese a llevar 20 años sin tocar, el grupo mantenía la forma.

Las canciones sonaban como lo hacían en 1980. "No me robes el corazón", "Alegra la cara", "Mucho guïski y rock and roll" o "Yo soy yo" nos transportaban a la edad de oro de la movida viguesa, y "Vacaciones" me transportaba a mí a una etapa en donde el walkman era mi más inseparable aliado.
El repertorio no podía ser mejor. Daba la sensación que no faltaba ninguna canción, y que estaba realmente bien estructurado en corona.

A medida que pasaban los minutos, llegaban los temás más esperados de la noche. "No me beses en los labios", "Y mi chica dijo sí", "Oh que calor", "Soy una punk", o la sorprendentemente más aplaudida de la noche "No se ligar".

El público estaba realmente entregado, y el grupo trabajando al 100%. Miguel Costas, además, tocó un tema en solitario entre bis y bis, y fue el encargado de cantar la primera parte de "Gualberto". Bollito Singerman no defraudó en ningún momento, al igual que Donna Sangre, y las aerolinettes nos volvieron locos mientras cantaban aquello de "Locas por tí".

Tras "Quiero rock and roll", su particular versión del tema de Joan Jett, el grupo invitó a L-Kan al escenario para cantar "Rollo Porno", uno de los temas que más ilusión me hizo escuchar, ya que realmente no lo esperaba. Tras este, de nuevo "Mi video no tiene mando a distancia", cerrando un concierto de la misma manera que había empezado, y con un público agradecido al mundo por haber podido vivir una noche como esa.

Ahora, tras esta crónica, muchos os preguntareis el porqué de este título. Es facil. Parte del sueño se ha cumplido, pero aún queda la otra parte. Ver a "Aerolineas Federales" en Castrelos, su casa.
Algo me dice que puede hacerse realidad. Solo espero que pueda ir al concierto con la misma compañia que he ido al de Madrid.

Nos vemos pronto!
Un saludo.

1 comentario:

J.M.B. dijo...

Me alegro mucho que hayas conseguido cumplir este sueño!

Saludos