
Dando un respiro a los músicos, Miguel saludó a todos los asistentes, sacando del error a todas esas personas que pensaban que estaban asistiendo a un concierto gratuito; "Vosotros sois los que pagais este concierto con cada impuesto, estais viendo un concierto en el que la entrada os ha costado unos 120 Euros".
El cantante, acompañado de unos músicos extraordinarios, continuó el recital con canciones como "Te lo dije", escrita por Quique Gonzalez, y que daba pie a uno de los mejores momentos de la noche, "Santa Lucia".

Sobre el escenario nadie paraba de moverse. Con más de 60 años, Miguel Rios bailaba y se movía como un muchacho de veinte. Se le veía disfrutar como si del primer concierto se tratase, y se notaba el buen rollo que existia entre el cantante y sus músicos, lo cual hacía que pudiesemos disfrutar de un concierto con una calidad sobresaliente. El primer bis de la noche vino cargado de versiones. Faltó "Triste canción de amor", del mexicano "El Tri", pero nos regaló temas como "Sabado noche", "Mueve tus caderas" y el archiconocido "Maneras de Vivir" de Rosendo. "Niños eléctricos", "Lua" y "Ruido" cerraban el primer bis, pero no esperamos ni cinco minutos hasta escuchar nuevamente al grupo cantando "Año 2000". Después de dos horas y media de actuación, en el que no faltaron temas como "Raquel es un burdel", "A pleno pulmón" o "El bus del autobus", llegó el momento más esperado por las cientos de personas que allí se encontraban, "El himno de la alegria", canción gracias a la cual Miguel Rios saltó a la fama en el año 1969.
Jamás había pensado que en un concierto así me lo iba a pasar tan bien y que iba a disfrutar tanto. Nunca me había imaginado ir a ver a Miguel Rios hasta ayer, y ahora estoy deseando que recapacite bien la idea de abandonar su carrera musical y pueda repetir la experiencia. Un amigo mio, me dijo lo siguiente durante el concierto; "Me la sudan los conciertos a los que hayas ido anteriormente. Ahora mismo estamos viendo al hombre con más escuela de todos". Creo que esa frase es la mejor de todas para describir un concierto por el que ahora mismo no me importaría pagar una entrada para verlo de nuevo. Eso y, como siempre, la buena compañia por la que estaba rodeado, logró que, una vez más, disfrutase de una noche inolvidable.
Ojalá que algún día, Miguel nos eche de menos, y podamos repetir la experiencia.
Un saludo.
1 comentario:
Me-mo-rias de-la carreteeeraaa
;)
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