
Antes del concierto, iba comparando todo con el concierto de Kiss en el Palacio de los deportes del día anterior. Sabía que no podía comparar un concierto con otro, pero a veces, el subconsciente te obliga a hacerlo, y aún con el recuerdo del espectáculo de Kiss fresco, ver a los Mojinos podía ser horrible. Un amigo que me acompañaba me dijo que el problema de todo iba a ser que el orden no había sido el correcto. Decía que si hubiese visto antes a los Mojinos que a Kiss, tendría un punto de vista diferente, y aunque claramente tenía razón, creo que aún así el concierto de los Mojinos tampoco me hubiese gustado mucho. El grupo nunca me ha terminado de convencer. Me reí con los primeros discos, pero creo que con el paso de los años han perdido su esencia.
Aún así, minutos antes de empezar el concierto, aún tenía esperanzas de, al menos, reirme un rato. El ron miel nos seguía acompañando, y como dijo Sergi en un comentario, "con ron-miel todo suena mejor". El escenario era pequeño, y las pantallas gigantes estaban colocadas de tal manera que solo pudiesen ser vistas por la gente que disfrutaba en una carpa donde el sonido del dance silenciaba el concierto. Tampoco era un gran problema no ver las pantallas, porque algo me dice que el técnico de imagen no cumplió muy bien con su trabajo. Algo parecido le sucedió al técnico de sonido a mitad del concierto, cuando el micro principal se vio afectado por unos sonidos extraños.

El repertorio, tampoco fue el esperado. Casi todo lo que tocaron fue de su último trabajo, "La leyenda de los hombres más guapos del mundo", un disco que tampoco ha sido su mejor trabajo, y se dejaron en el tintero canciones míticas del grupo como "Chow Chow" o "Ladillas". Las únicas canciones de los primeros discos que sonaron, fueron en un popurrí que no permitía que las canciones se disfrutaran al cien por cien. No había más que ver el final del concierto, el cual terminó con "No vale pa ná", incluido en el disco "Opera Rock Triunfo", para ver que la gente solo disfrutaba de los clásicos. En esa canción todo el público se volcó con el grupo, pero todos se quedaron con ganas de más ya que tras una breve interpretación del tema, los Mojinos decidieron marcharse dejando a sus incondicionales con ganas de más.
Pese a todo, me alegro de que tocasen en la noche de San Juan, ya que se convirtió en el punto de partida de un buen viaje.
Nos vemos pronto.
Un saludo
3 comentarios:
otra vez noche de San Juan un poquito más lejos?
Patry
Estaria bien, aunque por lo menos, espero poder celebrarla con la misma persona...
Jejeje si es que el alcohol es el mejor antidepresivo que existe, la verdad es que sobre el concierto creo que fue una apuesta arriesgada, ese hombre ya dió de sí todo lo que podía y como Torrente igual te hace gracia la primera vez pero cuando ya lo has oido un par de veces cansa
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